¿CÓMO TE VES?… ¿ CÓMO TE MIRAN ?…
¿Qué piensas de ti?...Quizás te
movilice un poco el preguntarte cómo te ves, incluso cómo lo hacen los demás… ¿Por
qué sucede esto? Te has preguntado ¿quién te viste, alimenta, o cuida? ¿Acaso no
eres tú mismo?…No debe ser difícil precisar, qué te gusta, o qué no te gusta,
lo que te cuesta aceptar y lo que te
gustaría ser… Partiendo de estos pensamientos, no debe incomodarte el precisar
qué piensas de ti.
Cuando enfocamos nuestra atención en
todas las cosas que tenemos y nos gustan de nosotros mismos, es usual que los
demás también las vean. Cuando logramos ver desde afuera aquello en lo que no
estamos satisfechos de nosotros mismo, podemos también ver cómo lo podemos
mejorar y usualmente la inconformidad no es tan grande como pensábamos.

La raíz de la ACEPTACIÓN es poder pensar en nosotros mismos con el mismo
afecto o cariño con que vemos a los demás. Pero es cierto, que crecemos en un
entorno que puede condicionar nuestra autoestima: “comes mucho”; “vas a engordar”;
“estás flaco, seguro que estás enfermo”; “no puede ser, se te cae el cabello”…
Sin duda que no es fácil sobrellevar tal presión, pero cuando concientizamos
que así nos ven los demás y no nosotros mismos, nuestras actitudes adquieren
confianza, ubicamos que la percepción de los otros parte, casi siempre, de cómo
se ven ellos mismos o las creencias con las que crecieron. Con nuestra propia
aceptación, dejamos de sentirnos mal por lo que dicen de nosotros y empezamos a
reforzar cada vez más nuestro bienestar interior, ocurre como por arte de magia,
pero es nuestra fuerza interior manifestándose.
Pero ahora seguramente te preguntaras,
¿cómo puedo hacer para que esto que leo, sea tan fácil como parece? Sucede que
de verdad no lo es. Pues desde niños aprendemos consciente e inconscientemente
a esquivarnos a nosotros mismos, si estamos tristes, nos cuesta permitírnoslos
y determinar cuál es la razón, y si la sabemos, no la drenamos porque el
entorno dice que es debilidad. Entonces la labor empieza contigo, la atención
es contigo mismo. Veamos algunos ejemplos prácticos. - “Se te cae el cabello”, mientras más lo ocultemos más se notará; si
tienes una lesión por la psoriasis, en el rostro, brazos o piernas y alguien te
mira con desconcierto y aversión, dile con firmeza sin agredir: - “Es Psoriasis, no te preocupes, no es
contagiosa, ¿conoces sobre ella?”
Tal vez, igual te verá con
desconcierto o con menosprecio, pero algo te aseguro, cuando vuelva a ver a
otra persona con esa enfermedad o a ti mismo, su actitud será distinta, porque
tu reacción la habrá tocado de alguna manera. Habrás aceptado que lo que tienes,
la psoriasis, la calvicie, sobrepeso, obesidad, etc., forma parte de ti y el
mejor comienzo para que lo demás lo acepten, es que tú sepas hacerlo.
Frases
célebres para reflexionar
“La vida te trata, tal y como tú te tratas a
ti mismo” (Louise Hay)
“Quien vive en armonía consigo mismo, vive en
armonía con el universo” (Marco Aurelio)
“Cuando tú comiences a ver lo mejor que hay en ti,
podrás enseñárselo a los demás” (Anónimo)
"La opinión de los demás sobre ti no tiene que
volverse tu realidad" (Les Brown)
AFECTUOSAMENTE AGRADECIDA.
Irma Pérez Rivas